Antes de realizar una reforma en tu casa es importante que tengas claro que, dependiendo de la magnitud de la obra a realizar, el presupuesto puede variar considerablemente. No es lo mismo cambiar unos azulejos que remodelar una vivienda por completo. Por ello, debes tener claro cuál es el máximo que deseas gastar, y si ves que no vas a poder con todo probablemente sea mejor ir realizando las reformas poco a poco, habitación por habitación. Pero te recomendamos que pidas presupuesto antes de descartar una obra, ya que puedes encontrarte con sorpresas agradables.
¿Reformo solo el baño o, ya que hago una obra en casa, aprovecho para hacer más cambios? ¿Pinto también? ¿Cuál es la mejor fecha? Estas son solo tres de las miles de dudas que asaltan a quien decide embarcarse en una reforma en su hogar. Por ello, antes hay que tomarse mucho tiempo para pensar en todos los detalles. Todo debe estar planeado al milímetro, ya que serán unas semanas o meses en los que la casa no será la misma.
Respecto a la fecha idónea para acometer la obra, conviene saber que en otoño e invierno se producen menos molestias a los vecinos, al estar más tiempo cerradas las ventanas, que amortiguan los ruidos y el polvo. Pero en verano, el día es más largo y, al poder tener las ventanas abiertas, los materiales se secan antes. El único inconveniente es que en los meses estivales casi todo el mundo está de vacaciones y estos trabajos suelen sufrir.
Pero hay más problemas, se deben escoger materiales, colores... y además tener pensado si habrá que dejar la casa mientras se hace la reforma (y dónde, cómo y por cuánto tiempo y dinero se hará) o si se convive con la obra. Si es un piso grande, se puede adaptar una zona para vivir mientras dura la reforma. En cualquiera de los dos casos, conviene no molestar a los profesionales durante su trabajo.